viernes, 23 de abril de 2010

III - 6 de Mayo de 1923

No me di cuenta hasta que fue muy tarde que era su asesino, que en mi mente no cabían mañanas, estaba perdido repitiendo mis pasos una y otra ves, si darme cuenta de mi locura vivía con una enfermedad, mi cerebro no recordaba lo que viví ayer...

Volvía a cero cada mañana sin saber de nada, cada día era igual al anterior para mi, solamente que creía que era la primera ves.

No distiguir entre el pasado y el presente me condeno, y a ella mi amada, por quien llorare sin saber porque.

No hay comentarios:

Publicar un comentario