La cuerda, sostenia mi fragil cuello, de la caida. A expensas del verdugo y mi condena dictada, esperaba el termino de mi vida.
Recuerdo los hechos, dos dias antes del suplicio, salia de mi casa aqui en Genova, llevo una vida tranquila, tengo 24 años y trabajando en el correo.
Esa mañana salia sin apuros a caminar por la ciudad antes del trabajo, en un callejon me encuentro a una mujer cubierta de sangre, me apresure a ver de que se trataba, estaba helada, su cuerpo parecia el de un angel, esa imagen morbida quedara por siempre en mi, su cuerpo despedazado.
-Quien podria hacer algo asi?....
Revise sus ropas no era una cualquiera, me recordo a alguien...
Enseguida grite por ayuda, asta que un policia aparecio.
-Buenos dias.
-Buenos dias, necesito su ayuda, encontre a una mujer muerta.
-Espere aqui..
Entonces el comenzo a tocar su silvato, y llegaron mas oficiales.
Me interregaron y me dejaron ir.
Llegue un poco tarde al trabajo y escuche los comentarios de quien era la victima. Se trataba de la señorita Mary Ann Brixton, la hija del alcalde.
Recuerdo los hechos, dos dias antes del suplicio, salia de mi casa aqui en Genova, llevo una vida tranquila, tengo 24 años y trabajando en el correo.
Esa mañana salia sin apuros a caminar por la ciudad antes del trabajo, en un callejon me encuentro a una mujer cubierta de sangre, me apresure a ver de que se trataba, estaba helada, su cuerpo parecia el de un angel, esa imagen morbida quedara por siempre en mi, su cuerpo despedazado.
-Quien podria hacer algo asi?....
Revise sus ropas no era una cualquiera, me recordo a alguien...
Enseguida grite por ayuda, asta que un policia aparecio.
-Buenos dias.
-Buenos dias, necesito su ayuda, encontre a una mujer muerta.
-Espere aqui..
Entonces el comenzo a tocar su silvato, y llegaron mas oficiales.
Me interregaron y me dejaron ir.
Llegue un poco tarde al trabajo y escuche los comentarios de quien era la victima. Se trataba de la señorita Mary Ann Brixton, la hija del alcalde.
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